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Casi veinte años después de irrumpir en la escena musical con éxitos como ‘Tú me camelas’, María Rosa García ‘Niña Pastori’ (San Fernando, 1978) es una de las pocas artistas del mundo del flamenco que puede alardear de haber vendido más de dos millones de copias a lo largo de su carrera.
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Quizá por eso la gaditana llega como uno de los platos fuertes de la séptima edición de la Noche Blanca del Flamenco. Esta vez lo hace echando la vista atrás, con un repertorio en el que rememora sus orígenes más flamencos. La niña de La Pastori promete para mañana “una noche mágica” en el Patio de los Naranjos (01,00 h), un escenario ya de por sí con duende donde presentará su nuevo espectáculo ‘Lo que quiere el alma’.
– ¿Qué le pide el alma a Niña Pastori en este momento de su carrera?
– Profesionalmente siempre me he dejado llevar por lo que quiere mi alma, por lo que me apetece hacer y expresar en cada momento. Todo lo contrario que en el plano personal, donde quizá piense y calcule más las cosas. Esta es una profesión para transmitir y es importante sentirse cómodo para poder llegar al público. Ahora lo que me apetece es volver con una formación más flamenca y hacer algo más cercano a mis comienzos.
– ¿Hasta qué punto es importante para una artista sentir el calor del público?
– Es fundamental. Yo he tenido una gran suerte, porque he contado con el apoyo de mucha gente que me sigue desde el principio. Es verdad que el flamenco muchas veces no suele contar con mucho público, por eso me siento muy contenta con el apoyo que he recibido siempre.
«Creo que el tiempo pone a todo el mundo donde le corresponde»
– ¿Qué tiene preparado para el espectáculo de esta noche?
– Voy a Córdoba con las guitarras de Diego del Morao y Jesús Guerrero y dos niñas en los coros y palmas. A la percusión estarán mi marido, Chaboli, y Ale Carrasco. Y también nos acompaña David Paniagua al baile. Habrá de todo un poquito. Empezaremos con cosas más clásicas y recordaremos algunos de los temas de estos 19 años de carrera. También haremos varios temas inéditos y otros del disco ‘Raíz’. Creo que es un espectáculo muy chulo y muy variado…
– ¿Dónde se ubica Niña Pastori después veinte años de carrera?
– No sé si soy la más indicada para decir dónde me coloco. Creo que el tiempo pone a todo el mundo donde le corresponde. Yo he tenido la suerte de aprender, madurar y sentir cosas nuevas al lado de muy buenos músicos. La última experiencia ha sido junto a Lila Downs y Soledad Pastorutti en el disco ‘Raíz’, donde he tenido que cantar de otra manera y ponerme a prueba.
«La Noche Blanca es una idea muy bonita para copiarla en otros lugares»
– Y el flamenco, ¿hacia dónde camina?
– Ha evolucionado mucho, a pesar del miedo que ha habido por parte de los puristas. Y hay muchos espectáculos de gran calidad. El flamenco tiene la cualidad de ser una música muy rica rítmicamente y eso es un punto a su favor. Creo que hay larga vida para el flamenco.
– Esta noche estará a la una de la madrugada en el Patio de los Naranjos. Le ha tocado un escenario con duende…
– Estoy muy contenta porque el sitio es precioso. La Noche Blanca del Flamenco ha cogido un carácter muy bonito y todos los artistas quieren participar. Córdoba es una ciudad especial y estoy segura de que será una noche mágica porque la idea es preciosa. Voy con muchas ganas a cantarle a los cordobeses a una ciudad que me encanta y en la que hay muchos amigos y artistas a los que admiro.
– ¿Qué tiene de especial para usted la Noche Blanca del Flamenco?
– El ambiente que se crea te predispone a ir de otra manera. Por ejemplo, saber que mañana va a bailar Sara Baras unas horas antes de mi concierto, ya te hace salir de forma diferente al escenario. Y creo que el público también está con otra actitud. La Noche Blanca del Flamenco es una idea muy bonita para copiarla en otros lugares porque no hay nada parecido.
