Doce talentos del flamenco, a la espera de cumplir su sueño

La última y cuarta ronda de la fase de opción a premio del Concurso Nacional de Arte Flamenco discurrió con un notable acento cordobés al coincidir en esta ocasión la participación de dos artistas locales en las modalidades de Guitarra y Cante. Quizá este fuera el motivo del ambiente algo más caldeado de lo habitual que se respiraba en el patio de butacas momentos antes de dar comienzo las actuaciones. En juego, el prestigio de un galardón que adorna las vitrinas de las grandes figuras del flamenco del último medio siglo y, por qué no decirlo, los 60.000 euros -11.000 para cada uno de los tres ganadores y 3.000 para cada finalista- que el certamen reparte en premios este año.

El guitarrista cordobés Alfonso Linares rompió el hielo con una granaína de cosecha propia titulada ‘Etérea’. Técnica de pulgar, trémolo, repertorio de ligados y arpegios salteados con armónicos fueron los recursos que empleó en esta primera partitura, una obra de gran musicalidad y riqueza armónica que el artista ejecutó con brillantez dejando patente que su gran baza es la composición. Continuó por malagueña – previo cambio de sonanta-, un toque en el que volvió a sacar a relucir su creatividad en la búsqueda de nuevos sonidos y melodías. Y es que, en lo que se refiere a imaginación y contemporaneidad, el cordobés demostró estar por encima del resto de sus rivales en la final. En la faceta de acompañamiento, se le vio cómodo arropando el cante de Eduardo López, que se arrancó por cantiñas. Y, en el baile por farruca de Manuel Jiménez, apostó nuevamente por la innovación musical, ejecutando una introducción muy alejada de la armonía tradicional e integrando en el cuadro un violonchelo y una viola.

La granadina Irene Rueda fue la encargada de cerrar la ronda final en la modalidad de Baile. En su primer paso optó por bata de cola para bailar una caña con una coreografía con mucha fuerza y repleta de recursos técnicos que fue desplegando a través de flamenquísimos braceos, elegantes estampas y certeros zapateados. En los tangos morentianos con los que continuó su actuación volvió a cautivar su flamencura, con la que levantó los oles del público. Por último, la joven bailaora quisó culminar su actuación por soleá, en la que mantuvo el buen nivel de baile con el que se ganó el favor del público.

El último finalista del certamen en subir a las tablas del Gran Teatro, el cordobés Rafa del Calli, abrió su actuación con unas tonás campesinas que enlazó con una debla muy rítmica junto el acompañamiento a la guitarra de Luis Medina y las palmas de Richard Gutiérrez y Alberto Parraguilla. Buena puesta en escena inicial que recibió el calor del público y que el cantaor continuó alimentando por malagueñas, templando el cante a su gusto y dejando al desnudo una gran personalidad cantaora mientras afilaba cada nota que brotaba de su metal. Por cantiñas nos regaló un largo repertorio de estilos y se despidió con un romance poniendo así el punto y final a una gran actuación.

Tras tres semanas de concurso, por el camino han quedado una fase de clasificación, conciertos, actividades paralelas y doce actuaciones de los finalistas que quedan a la espera del fallo del jurado, el cual se hará público este mismo jueves. Aún así, la recta final del certamen continúa hoy, con el espectáculo ‘The Game’, que reunirá en el Gran Teatro, a las 20 horas, al cantaor José Valencia, el bailaor Jesús Carmona y al guitarrista Juan Requena. Por último, la gala de entrega de premios tendrá lugar el próximo sábado 26 de noviembre, a las 20 horas, en el Gran Teatro y contará con la actuación de los tres ganadores.