Texto: Francisco Martínez. / Foto: Toni Blanco.
La Peña Flamenca del Campo de la Verdad poco a poco va cogiendo de nuevo músculo y la mejor manera que han tenido sus peñistas de mostrar que continúa en la brecha y con ganas de dar mayor vitalidad a esta emblemática peña -al margen de las semanales tertulias que celebran- ha sido programando un recital a cargo de Manuel García “Morenín” acompañado a la guitarra por Luis Calderito.
La cita flamenca del sábado 2 de junio permitió disfrutar de cante y guitarra sin aditamentos, en un amistoso ambiente en el que los protagonistas se encontraron a gusto, sabiéndose escuchados y respetados por el público que llenó la peña.
Morenín supo dosificar la voz para alcanzar los registros más comprometidos en cantes como las granaínas, versión Bernardo del de los Lobitos y Chacón, y malagueñas de Francisco Lema “Fosforito” y Diego ‘El Perote’; media voz usada con inteligencia y sensibilidad para subrayar matices melódicos que en otro volumen sonoro quedarían inéditos y se perderían.
La efectividad cantaora de Morenín subyace precisamente en el equilibrio expresivo y buena dicción, junto a una elección de cantes que le vienen bien a sus facultades, caso de las livivanas interpretadas; también supo adaptar a su manera de interpretar palos cuyos hacedores están en otra dinámica expresiva como fue la mariana popularizada por Menese y la farruca de Fosforito.
Milonga, alegrías de Córdoba y fandangos de ‘El Peluso’, Cepero y Pepe Pinto fueron otros cantes expuestos por este cantaor del Campo de la Verdad, con la naturalidad e impronta flamenca que le caracteriza y que le hacen ser uno de los artistas más valorados por la afición cordobesa.
Al éxito del recital contribuyó de manera decisiva el guitarrista Luis Calderito, quien volvió a ejemplificar cómo se debe acompañar al cante. Los tiempos y silencios oportunos, los acordes perfectamente colocados en el momento adecuado y todos los toques adobados con sustanciosas falsetas, sin obviar la impecable técnica. Calderito/Morenín sintonizaron y establecieron un idílico diálogo cante/guitarra con el que siempre anhelan los aficionados.