Miriam Galvín opta este año en Simof 2016 por un patronaje clásico combinado con prominentes escotes y un gran volumen en las faldas. Los tejidos caen rendidos ante texturas de lycra, seda, popelín, crespón y organza. De la paleta cromática, la diseñadora escoge todos los colores para esbozar sus propuestas. Dado que la colección está compuesta por trajes muy llamativos, los complementos son sencillos y adoptan formas de aros dorados de gran tamaño y diademas. Como toque origina, se incluyen turbantes y kimonos en algunas de las creaciones.
Fotos: Miguel Valverde.