La colección ‘Strike a pose’ de Antonio Manuel Gutiérrez parte de la estética de las flapper americanas de los años 20, tan presentes en la obra de Tamara de Lempika, que fue ilustradora de la revista Vogue en estos años, han querido dibujar una mujer sensual y segura, que no le tiene miedo al riesgo ni a los cambios. Es una mujer que se libera finalmente del corsé y reivindica con fuerza su feminidad.
Utilizan los recursos de la estética de los años 20 por lo que ablusan la prenda en la cintura ciñéndose en la cadera para acabar con grandes volúmenes en los volantes. Opta por tejidos sedados y livianos como la seda y la organza que hacen contraste con la dureza de la pedrería y las lentejuelas.