El cantaor flamenco Francisco Crespo Aguilar, conocido artísticamente como Lucas de Écija, ha fallecido a los 88 años de edad. Padre del entrenador de la UD Las Palmas, Paco Jémez, la noticia fue hecha pública ayer por el propio club amarillo.
Lucas de Écija nació en 1935, en Écija (Sevilla). Desde muy joven formó parte de los artistas que cada noche acudían a Los Califas en la calle Deanes, derrochando arte en el histórico barrio de la Judería, cuando el flamenco estaba mal pagado y a merced del señorito de turno.
Tío Lucas -como se le conocía en el ambiente flamenco- siempre destacó como un cantaor muy completo, sobresaliendo por Fandangos de El Sevillano, Romance a Córdoba, bulerías y cantes por malagueñas. Cuenta con varios trabajos discográficos, entre ellos un disco con Chiquito de Osuna, y en el acompañamiento al baile destacó asimismo como cantaor oficial de Sara Lezana y otras bailaoras cordobesas.
El 26 de junio de 2004 se celebró en el Alcázar de los Reyes Cristianos la XVII Noche Flamenca organizada por la Federación de Peñas Cordobesas, un festival en el que se rindió homenaje a este entrañable cantaor nacido en la localidad sevillana, pero considerado en el mundo flamenco como cordobés.
Dicho homenaje constituyó un acto multitudinario en el que actuaron al cante, Antonio Fernández Díaz «Fosforito», Francisca Lara González “Elu de Écija” y Raúl Alcántara Chacón «El Troya». Al toque, Manuel Silveria y Jesús Zarrías. Presentado por los críticos de flamenco Rafael Guerra y Paco Pérez.
La capilla ardiente el cantaor se encuentra en el Tanatorio de El Granadal de la capital cordobesa, donde permanecerá hasta el sepelio que tendrá lugar mañana lunes 22 de enero.
Descansa en paz, maestro.