Reencuentro con un verso suelto de la guitarra

José Antonio Rodríguez. ‘McCadden Place’
40º Festival de la Guitarra
Gran Teatro
José Antonio Rodríguez, guitarra
Músicos:
Manuel Montero, segunda guitarra
Paco Peña, Bajo
Patricio Cámara “Pachi”, percusión
Lito Manez, percusión
Fran Roca, Flauta, Armónica y teclados
Dani Bonilla, coros y palmas
Alex Larache, coros y palmas
Manuel Muñoz, Voz solista

 
La penúltima jornada del Festival de la Guitarra de Córdoba nos dejó un refrescante encuentro con el guitarrista José Antonio Rodríguez un año más tarde de lo previsto. Y es que el suyo fue uno de los conciertos que se llevó por delante la pandemia cuando el año pasado la organización tomó la decisión de suspender el festival. Por eso y por una serie de avatares personales que le han hecho especialmente cuesta arriba este año al guitarrista cordobés, la del viernes pasado era una ocasión especial para él. El reencuentro de uno de los versos sueltos de la guitarra flamenca con la ciudad que lo ha visto crecer como un artista de talla internacional.

Había hambre sobre el escenario, donde el guitarrista apareció desde un primer momento rodeado de toda su banda. Percusión, batería, bajo eléctrico, flauta y armónica son los mimbres sonoros de la nueva propuesta musical que José Antonio Rodríguez presenta en su último disco ‘McCadden Place’, un disco de flamenco ‘made in Hollywood’ donde el concepto, como el mismo ha comentado en más de una ocasión, es el ‘no concepto’.

Desde la fantasía de inspiración flamenca ‘Isabella’ con la que inició la actuación pasando por otros temas como ‘El último beso’ o el pagadizo soniquete del corte que abre el álbum a ritmo de tangos titulado ‘Paisaje’, el guitarrista nos fue introduciendo en su último trabajo, donde se atisba aún más si cabe el eclecticismo musical que ya se ha convertido en marca de la casa. Todo sin perder la esencia flamenca que lleva dentro. Como en el caso de los tangos ‘El llanto de un ángel’ o la bulería ‘Sunset Blvd’, donde José Antonio Rodríguez juega con estructuras de jazz al compás de amalgama dando rienda suelta a sus caprichos musicales.

Hubo también espacio para toques en solitario más tradicionales como la rondeña ‘Athena’ o la soleá ‘Guadalcázar’, de su disco ‘Adiós muchachos’, aunque la propuesta estuvo centrada en formato de banda. La única nota negativa del concierto fue la facilidad con la que el grupo se comía el sonido de la guitarra en algunos de los temas provocando que el toque de José Antonio Rodríguez se diluyera entre batería, bajo eléctrico y percusión.

Las notas finales las reservó para otro dos nuevos temas, ‘Macarron Fly’, donde contorsionó el sonido de su guitarra con la pedalera para dar color a las letras rapeadas de Manuel Muñoz, y ‘No es lo mismo’, una original versión del hit de su amigo Alejandro Sanz. Un concierto para regocijo de los amantes de la buena música y el flamenco que el cordobés cerró tocando su elocuente ‘Adiós Muchachos’.