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El flamenco es una disciplina que le apasiona y le aprisiona a partes iguales, de ahí que Gero Domínguez (Málaga, 1985) se rebele contra sus límites en ‘Vanguardias y Retaguardias’, el nuevo espectáculo que estrena este jueves 23 de enero, a las 21,30, en la Sala Joaquín Turina de Cajasol.
En él se mostrará el flamenco puro y tradicional desde el prisma de un bailaor contemporáneo que necesita romper con “el yugo” que impone este género. Para ello ha contado con una ‘retaguardia’ compuesta por un elenco de artistas del flamenco más tradicional (Edu Pacheco y David Marín al toque; Moi de Morón, Pepe de Pura y Jonathan de los Reyes al cante) y que reflejarán cómo la modalidad más conservadora puede convivir con el estilo vanguardista y rompedor de este bailaor.
No lo hará sin falta de crítica hacia la imagen de un país que, en opinión de Domínguez, no sabe venderse ni apoyar a sus artistas.
– ‘Vanguardias y Retaguardias’ hace referencia a dos momentos y dos estilos de flamenco. ¿Cuál es el suyo?
– En el espectáculo la vanguardia la llevo yo, la retaguardia el elenco de artistas de los que me he rodeado. Hacemos alusión también al flamenco que vendrá y del que venimos, por eso los palos están estructurados dentro de los cánones del flamenco de toda la vida. Por supuesto yo tengo mi visión de ver el flamenco y de ver el baile de una manera vanguardista y eso está reflejado en el espectáculo.
–¿Por qué se rebela contra el flamenco puro y tradicional?
– Para mí el baile es un acto de sublevación y en este espectáculo hay una evolución personal que me lleva a rebelarme y romper con el yugo del flamenco y sus límites, pues, aunque estemos en el siglo XXI y haya gente que los esté rompiendo, creo que el flamenco sigue encasillado en unos cánones conservadores que lo hacen muy cuadriculado. ‘Vanguardias y Retaguardias’ es una crítica a esa España que se vende dentro del folclore de los lunares, los faralaes y esas cosas que se engloban dentro de la España de ‘pandereta’, como decía Antonio Machado, y que es un yugo que impone tanto España como el flamenco.
– ¿En qué momento decide tomar un camino distinto?
– Desde que empecé a bailar. Me he formado del modo más clásico y tradicional, he bebido de él y he estado en compañías haciendo el flamenco de toda la vida. Pero siempre he tenido claro que eso no era para mí, que tenía que haber otra manera de expresarme. Una vez asimiliada la parte más tradicional y clásica del flamenco, he aprovechado para mirar hacia delante y he volado un poco libre en ese aspecto, mirando la evolución en el flamenco.
«El flamenco puede convivir con otras modalidades porque es un arte vivo»
– ¿Y hacia dónde va esa evolución?
– A la coexistencia de otras músicas. En mis espectáculos quiero mostrar que el flamenco puede convivir con otras modalidades porque es un arte que está vivo. En ‘FundaMetalmente Flamenco’ lo hacía con el rock sin necesidad de fusión. Exactamente igual que ahora; en este espectáculo el flamenco tradicional y puro no está reñido con las vanguardias. Y tengo claro que es un arte que está en evolución porque si no va hacia delante se muere, lo que pasa que lo que valga de verdad prevalecerá a lo largo de los tiempos y lo que no caerá por su propio peso.
– Aún así, la fusión y lo multidisciplinar están muy presentes en el flamenco de los últimos tiempos, ¿qué vamos a ver de diferente en ‘Vanguardias y Retaguardias’?
– Para empezar mi forma de verlo es diferente a las demás, porque cada uno tiene su personalidad, y aunque haya compañeros que hacen también vanguardia y tengan una visión particular, no es la misma que la mía. Se va a mostrar también un recorrido del flamenco por el pasado, el presente y el futuro. Y vamos a hacer crítica a la España de ‘pandereta’ y a utilizar elementos tradicionales que se están perdiendo como profesiones como la del ‘afilaor’.
– ¿Cómo se estructura su espectáculo?
– Hemos elegido un abanico amplio de palos: se van a interpretar fandangos naturales, fandangos de Huelva, seguiriya, bulerías, romance, abandolaos, verdial y esas dos pinceladas del ‘afilaor’ y la ‘pandereta’, que son una sorpresa, pues nadie se espera lo que va a suceder ahí, no aparecen en el programa como palos.
«Aquí la mentalidad es más conservadora y por eso cuesta digerir algunas cosas»
– ¿Resulta más fácil innovar en el baile y en guitarra, o es que el cante aún no tiene referentes lo suficientemente arriesgados?
– En el cante es más complicado pero también por la falta de teatralidad intrínseca. El cante también se nutre de otras músicas, pero la teatralidad que se puede dar a la hora de llevar una puesta en escena es más fácil en el baile, por ello es el más vanguardista y el que más innova. En el cante es más complicado ver una evolución estética en ese sentido. Técnicamente creo que además los que estaban atrás han dejado el listón muy alto: Morente, Camarón, Loles y Manuel…hace 30 años se han hecho cosas que siguen siendo futuristas aún para mucha gente. Se está innovando en las letras, pero a la hora de mezclar o crear pienso que ahora mismo nadie es capaz de inventar un cante como Mairena.
– El público flamenco, en general, y el sevillano, en particular, es muy exigente. Tiene las referencias de su anterior espectáculo, ‘FundaMetalmente Flamenco’, ¿cómo acoge el aficionado sus creaciones?
– Hace dos años que no tengo la oportunidad de trabajar en casa pero el estreno de ‘FundaMetalmente Flamenco’ llenó, nos rodeamos de gente que creyó en el proyecto y la acogida y las críticas fueron muy buenas. Para éste hemos hecho una pincelada en Madrid para testearlo y gustó, salimos muy satisfechos. Parto de la base de que en Sevilla el aficionado sabe, es muy exigente, y el público y la crítica son más peligrosos. Al menos, así lo siento, no sé si también porque estoy en mi casa y me da más respeto. Aparte de esto, fuera de España el flamenco está mucho más valorado que aquí, no sé si porque el flamenco no está bien vendido de base o porque la gente esté muy saturada. También creo que aquí la mentalidad es un poco más conservadora y quizás por eso cueste un poco digerir algunas cosas.
– Su espectáculo es un acto de rebeldía…¿se rebela sólo contra el flamenco de pandereta o contra algo más?
– Me rebelo contra el flamenco cerrado, pero también contra los que siempre trabajan y están ahí saliendo siempre en la foto frente a los que nos tenemos que buscar la vida sin apoyo de nadie, llamando a la puerta una y otra vez. Es un acto de rebeldía contra todo lo que a mí me hiere y todas las injusticias que veo, contra la crisis, contra la politización del flamenco y contra tanta gala y exhibición cuando no se hace nada por los artistas.
Como bien dice usted, no creo que se deba juzgar a nadie por unas «fotos». Seamos serios y hablemos con conocimientos de causa ¿Cuando, porque, donde?.
No he visto ha este artista bailar, pero creo que antes de hablar de cualquier persona-artista se debería de ver y luego opinar.
Y oiga usted…. yo también estoy jarto de ver «Pandereta» y camisas de lunares, pero para gustos colores y lunares.
Un cordial saludo.
No creo que el aficionado 1 esté muy bien informado puesto que el estilo de este bailaor es totalmente distino al de Israel Galván puesto que he ido a verlo varias veces, le animo a que vaya a verlo bailar y después opine porque creo q a usted sí que le hece falta un poco de pandereta, me gustaría a mí saber sus gustos musicales y su formación en este aspecto; hay que empaparse de todo señor, gustarte Lole y Manuel y Los Rolling Stones no es tener un cacao señor , es estar abierto a todos los estilos que la música pueda abarcar, o acaso está reñido gustarte El Greco y Picasso? Menos pandereta y más formación