Media estocada de José Ángel Carmona

El joven cantaor José Ángel Carmona vino ayer tarde a defender su Giraldillo de mejor cantaor de acompañamiento al baile en la edición de 2012, asistido por la guitarra cómplice de Juan Requena. Lo hizo en el Dormitorio Alto del Espacio Santa Clara, plaza de brega donde  el palaciego estaba dispuesto a rematar esa a menudo traumática transición del atrás a la silla de enea.

Los resultados de su recital son ambivalentes. En la primera mitad no se encontró. A su cante le sobró tensión y obsesión rítmica tanto en la soleá por bulerías como en la seguiriya precedida de martinete. Era redundar en los valores del acompañamiento, precisamente de los que debería alejarse para hacerse un hueco como cantaor figura.

El recital de Carmona hubiese necesitado de otro estado de ánimo, más sosegado, menos consciente del reto. Sintomática la presencia de tres palmeros tan robustos como Los Mellis y Oruco, que comparecía para darse una prescindible patá final por bulerías. Los condicionantes del espacio exigen una mayor desnudez, la que bosquejó en su cante por levante acompañándose él mismo a la mandola.

No obstante, siendo un cantaor de oficio, se supo templar para irse encontrando a medida que el repertorio bajaba de intensidad dramática, primero con las cantiñas, en las que dejó unos cuantos guiños de cantaor rodado, para gustarse también las bulerías del Chino de Málaga, donde coqueteó con la canción.

Finalmente, tuvo que ser la milonga marchenera la que lo liberase por completo, destapando además su condición de excelente aficionado. Como colofón (ya decimos que el recital fue de menos a más) una tanda de fandangos en los que juega en terreno seguro, pues en ellos aflora su voz timbrada y redonda, sabiendo tragarse el cante y soltarlo cuando el oleaje emocional lo requiere. Detalles de cantaor de pellizco que prometen estocada completa la próxima vez.

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‘José Ángel Carmona’. Espacio Santa Clara. Cante: José Ángel Carmona. Guitarra: Juan Requena. Palmas: Los Mellis, Oruco.