Espectáculo 'Cumbre Flamenca' en los Jueves Flamencos de Cajasol. Foto: Jaime Martínez.

La ‘Cumbre Flamenca’ fue de Carrete

Elegante, coqueto, simpático y señor. Así salió anoche al escenario el gran Carrete de Málaga para cerrar la ‘Cumbre Flamenca’ que Carmen Ledesma, junto al propio boquerón y un variado elenco de artistas, prometían en una nueva noche de los Jueves Flamencos de Cajasol.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Pero al final, a la cumbre sólo llegó el mayor. Ese showman de traje, chaleco, pañuelo, sombrero y bastón, que levantó al público, arrancó aplausos, risas y numerosos oles al Imserso, a Málaga, a los gitanos y a un arte que fue muy irregular a lo largo de la noche.

Un jueves flamenco que fue tradicional y puro, tal y como el cuadro artístico prometía en su presentación, pero que comenzó siendo muy frío, demasiado.

Al elenco le faltó voz, ganas, fuerza y sentimiento. Al menos, estuvieron ausentes en las tonás inciales de Mari Peña y Herminia Borja. Sólo Juan José Amador supo transmitir, marcar el compás y fijar la atención en esta primera serie con la que arrancaba el espectáculo.

Las siguiriyas de Antonio Moya tampoco convencieron. El guitarrista no tuvo una gran noche en su intervención como solista, y sólo parecía animarse cuando el cantaor lo jaleaba. De hecho, y hasta la presencia de Carrete en las tablas, Amador fue el alma del cuadro flamenco. Tanto es así que destacó sobre la propia Ledesma en la soleá que la bailaora interpretó dirigiéndose en todo momento al público, pero en la que sus brazos y sus tacones ocuparon un discreto lugar.

Con las bulerías lentas, Herminia Borja se desquitó de su primer pase y su voz rasgada supo superar los problemas de sonido de la sala y seducir a los presentes con mucho duende y bravura gitana.

Fue el prólogo perfecto para las esperadas alegrías del ‘viejo’, que desfiló juguetón y demostró que con sus sobrepasados 70 años baila más que quienes carecen de arrugas. De su agilidad hizo exhibición en sus taconeos con giros, cuclillas cruzadas y la interpretación corporal de cada paso, así como también hizo exhibición de su vis cómica, arte y simpatía. “¡Esto sí!” gritaba el patio de butacas; “¡Vivan los personajes!”, exclamaba la propia Ledesma, mientras el de Málaga engatusaba y vacilaba al público por igual.

El Fin de Fiesta fue una prolongación de las alegrías de Carrete, que parecía no querer irse del escenario y se atrevió hasta a dirigir a Carmen en algunos pasos. Es decir, el fin de fiesta fue también el principio de la fiesta, pues la ‘Cumbre Flamenca’ fue del genial bailaor. Tanto es así que el derroche de gracia, fuerza y maestría del ‘personaje’ hizo olvidar las vacías tonás y los desaciertos del resto de la noche. Al salir, sólo había un nombre en la boca de los espectadores, y en los labios una sonrisa.

 

ARTÍCULOS RELACIONADOS: {loadposition articulos_relacionados}

 

Tal vez te pueda interesar...

Rocío Luna, ganadora de la Lámpara Minera de La Unión.

La cordobesa Rocío Luna, flamante ganadora de la Lámpara Minera 2023

Entre ‘Olés’ y aplausos, la cantaora Rocío Crespillo Luna, conocida como ‘Rocío Luna’, conquistó al …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.