David Carmona y Santiago Lara. La Fuente. Tributo a Manolo Sanlúcar
13 de julio. Teatro Góngora
Primera parte:
Guitarra: David Carmona
Cante: Carmen Molina
Palmas: Los Mellis.
Segunda parte:
Guitarra: Santiago Lara.
Segunda guitarra: Antonio González.
Percusión: Perico Navarro.
Teclado: José Amosa
Nueva noche de homenaje a los maestros de la guitarra flamenca en la cuadragésima edición del Festival de la Guitarra. Esta vez a la figura de Manolo Sanlúcar que, además de ser una de las piezas angulares de la guitarra de concierto contemporánea, ha sido uno de los nombres destacados del apartado formativo del festival durante años.
Comentaba precisamente el maestro en una de sus disertaciones que un artista debía ser mitad raíz, hundido en la tradición y la sabiduría de los mayores, y la otra mitad paloma, capaz de soñar, volar y expresar nuevas formas. Pues bien, eso fue lo que vimos el martes pasado en el tributo que tuvo lugar en el Teatro Góngora: la raíz de David Carmona y la paloma en Santiago Lara.
Abrió la velada en solitario el guitarrista granadino con un toque por taranta, donde dejó de manifiesto su buen hacer con pulgar y trémolo. Carmona siguió presentando junto al resto del grupo los temas de su primer trabajo discográfico que lleva por título ‘Un sueño de locura’. Soleá, bulerías y alegrías dieron forma al repertorio de su actuación, donde tanto la ejecución técnica de las piezas como su vertiente compositiva dejaron patente la fuerte influencia que ejerce en su toque el maestro gaditano, productor a su vez de su álbum. El mejor ejemplo de ello fue la ‘Bulería del Mixolidio’, un modo empleado por el maestro Sanlúcar en algunas de sus obras que el guitarrista replica en este tema.
Por su parte, el jerezano Santiago Lara, también discípulo y compañero de gira de Sanlúcar durante años, ofreció un concierto bien diferente. Lleno de frescura y aunando en su guitarra toda la herencia tocaora de los grandes maestros, demostró una gran personalidad propia y la madurez de un artista que se encuentra en uno de los momentos más dulces de su carrera. Calentó el patio de butacas con una interpretación perfecta de ‘Oración’, una de las joyas del legado de Sanlúcar. Y luego voló por el mástil en un derroche de técnica y musicalidad interpretando algunos de los temas de sus tres trabajos discográficos. Especialmente brillante fue la fantasía por seguiriyas ‘Seguiriyeando’ ya arropado con todo su grupo sobre el escenario.
Un emotivo reconocimiento a cargo de dos dignos herederos del toque de Sanlúcar que culminó con ambos sobre el escenario interpretando ‘Maestranza’, del disco del legendario disco Tauromagia, en un nuevo brindis a la genialidad del eterno maestro.