Faustino Núñez: «El Flamenco es la mejor música que tenemos en España le pese a quien le pese»

La Cátedra de Flamencología de Córdoba acogió el pasado martes 10 de enero una magistral conferencia a cargo del musicólogo Faustino Núñez, en lo que fue la primera de una serie de tres charlas que ofrecerá el profesor gallego dentro la programación de este curso 2011/2012.

Bajo el título ‘El sistema musical flamenco’, Faustino Núñez se afanó en desgranar los elementos expresivos, armónicos y melódicos que son comunes a todos los estilos del flamenco en una conferencia que inició con un vehemente alegato en defensa del flamenco.

“El flamenco es la mejor música que tenemos en España y es la que tiene más peso en nuestra cultura le pese a quien le pese”, afirmó el profesor, que reclamó que “hay que poner el flamenco en el lugar que se merece”.

Un movimiento artístico popular y opuesto a la influencia francesa
Tomando como base la música y cantos populares de la jota, el fandango y la seguidilla, Núñez   explicó como ‘lo flamenco’ germina en la segunda mitad del siglo XVIII como movimiento artístico diametralmente opuesto a la influencia que ejercían en la época la música francesa e italiana.

Fue en el tiempo de los personajes conocidos como ‘majos’ y ‘boleros’ cuando se produce lo que el musicólogo gallego calificó como ‘radicalismo indígena’, un movimiento contracultural en el que comienza a primar lo autóctono y español frente a lo francés.

Según la teoría expuesta por Núñez, la evolución de este fenómeno es lo que da lugar al flamenco. “Los primeros flamencos fueron como los alquimistas. Quisieron mezclar metales para conseguir oro” y, para ello, continuó el profesor, “tomaron como base la música tradicional española de la época utilizando como apoyo la guitarra, que es el instrumento que los españoles han regalado al mundo”.

Entre estos primeros ‘alquimistas’ enumeró Núñez a ‘El Planeta’, Paquirri, Curro ‘El Dulce’, ‘Tío Luis de la Juliana’, Enrique ‘El Mellizo’ y Ramón Montoya, entre otras figuras de la época, dado que fueron ellos quienes comenzaron a aunar la música temperada y atemperada, dos mundos musicales sin concordancia hasta entonces.

Para resolver el problema armónico que ocasionaba la atemperación melódica de los primeros cantes flamencos, “hubo que adecuar la guitarra añadiendo más notas a los acordes”, apuntilló el profesor, quien apuntó este mérito principalmente a Silverio Franconetti y al guitarrista José Patiño, inventor de la cejilla, ya pasado el ecuador del siglo XIX.

Por último, el musicólogo detalló algunos de los rasgos expresivos característicos del arte flamenco, entre los que citó la austeridad musical, el jipío (cantar una letra con una sola aspiración de aire), la independencia de las letras narradas como microhistorias, los jaleos o las melodías melismáticas.