El cantaor flamenco Francisco Jurado Regalón, conocido por su nombre artístico “Niño de la Magdalena”, nació en Adamuz en 1913. Su cante fue clásico como el que realizaban sus amigos Marchena, Valderrama o Antonio Mairena. Falleció en Córdoba el 24 de noviembre de 1988.
En el II Concurso Nacional de Cante Jondo y Flamenco de Córdoba (1957 – 1958 – 1959) obtuvo tres premios en cantes por Alegrías, Mirabrás y Romeras; Fandangos de Lucena y Verdiales.
Su estilo en el cante era homologable al de sus compañeros Perrate, Talega o ‘El Calzones’, todos ellos con voces de “Pozo Negro”, como se le llamaba a los cantes de la localidad que le vio nacer. No supo o no quiso aceptar los cambios que en la última etapa de su vida se produjeron en el flamenco, pues siempre fue fiel y se mantuvo firme en sus propios cantes.
La primera referencia histórica que existe sobre el término “Rosas” se debe al guitarrista Paco de Lucena, el cual ofreció un concierto musical flamenco en el Café del Gran Capitán (Córdoba, 1879), una de cuyas piezas fue precisamente “La Rosa”. Pero fue su discípulo, el genial don Ramón Montoya (1879-1949), en su composición “La Rosa”, el que puso los elementos melódicos de las actuales Alegrías de Córdoba. El propio Montoya acompañará a “El Sota” de Belmez (Córdoba), en unas curiosas y típicas Alegrías de Córdoba.
Seguirán los pasos de ‘El Sota’ por Alegrías los ya históricos nombres de José Moreno «Onofre», Navajitas, Pepe Lora, Niño de la Magdalena, Antonio Ranchal, Fosforito, ‘El Guerra’ y un largo etcétera. Hay que reseñar que Curro de Utrera divulgó por toda la geografía española una versión muy personal de Alegrías de Córdoba que, por cierto, no reflejan los modos y expresiones que distinguen a Córdoba en su cante por Rosas, Juguetillos o Cantiñas que no son otra cosa las llamadas Alegrías de Córdoba.
Fuente: Ateneo de Córdoba.
Para más información visita: Enciclopedia del Flamenco del Ateneo de Córdoba.