‘Dulce amor’ es el segundo disco en solitario de Juan Antonio ‘El Claus’. Un trabajo que verá por primera vez la luz en directo el próximo viernes, a las 21.30 horas, dentro del ciclo ‘Café Cantante’ de la Posada del Potro. Fandangos, bulerías, alegrías y tangos dan forma al repertorio de este cantaor forjado en el acompañamiento al baile y al calor de las peñas flamencas. Un espectáculo ‘made in Córdoba’ que promete una velada con grandes dosis de flamencura.
– ¿Cómo entras en el mundo del flamenco?
– Comencé a cantar de pequeño. Iba a las tertulias flamencas como la del Campo de la Verdad o las Ovejas Negras y allí fue donde empecé a meterme en este mundillo. Hacía mis cantecillos en las peñas y luego comencé a cantar para el baile.
– ¿Qué le ha aportado el cante atrás?
– Cantar para el baile te obliga a estudiar en profundidad todos los palos y te da un gran compás. A mí me ha dado mucha experiencia, pero no creo que deba ser un paso obligatorio para un cantaor. Creo que en el flamenco no hay nada obligatorio. Me encanta cantar para el baile y también delante, porque lo haces a tu aire y no estás ceñido a algo que está medido y preparado.
«La esencia del flamenco es la improvisación. El problema es que se está perdiendo»
– El flamenco no debe perder la improvisación…
– Claro. El problema es que se está perdiendo. La esencia del flamenco es la improvisación. Y, aunque deba ir todo medido y perfecto, creo que no siempre dos más dos deben ser cuatro. Creo que hay mucho flamenco que no trasmite porque se ha perdido la espontaneidad y está todo milimetrado.
– ¿Quién le pega un pellizquito al escucharlo cantar?
– Mucha gente… El agujetas, Fernando Terremoto Padre, Camarón o Manolo Caracol. Todos son cantaores que llegan muy adentro.
– ‘Dulce Amor’ es el nombre de su segundo disco en solitario. ¿En qué se ha inspirado?
– El nombre del disco está dedicado a mi mujer y mi hija, que se llaman Dulce. El tema central es la rumba ‘Dulce Amor’ y el disco también incluye unos fandangos por soleá, una grabación en directo en la Peña Flamenca ‘Rincón del Cante’ con la guitarra de Rafael Trenas, un par de bulerías, tangos y alegrías y una soleá por bulerías que está dedicada a mis comienzos en la Peña Flamenca del Campo de la Verdad.
«Con los fandangos es con lo que más disfruto. Se dice mucho con muy poco»
– ¿Grabar un disco no es casi una osadía tal y como está el panorama discográfico?
– Sí… Es más bien una carta de presentación para un cantaor y también una fórmula para que el trabajo se quede plasmado para siempre. Es un disco grabado en Córdoba por gente de Córdoba.
– ¿Con qué palo se siente más a gusto cantando?
– Me gusta cantar muchas cosas. Por solea, por seguiriyas… Pero es verdad que con los fandangos es con lo que más disfruto. Es un cante que con muy poco dice mucho. Y la verdad es que me puedo tirar seis días cantando por fandangos porque tengo un montón de letras metidas en la cabeza.
– ¿Qué tiene preparado para la puesta de largo de su disco en la Posada del Potro?
– La idea es hacer casi todos los temas del disco en directo. Y para ello estaré acompañado por Miguel Aguilera y Alberto Luque a las guitarras; el teclado de Miguel Ángel Ortega; las palmas y coros de Verónica Moyano, Samuel Raya y Miguel Alcobendas; y la percusión de Jorge del Pino. Me hubiera gustado poder contar una actuación de baile, pero no va a ser posible por las reducidas dimensiones del escenario.
Artista de los artistas,un señor en todos los sentidos!!!!