Dentro del ciclo ‘Las familias cantaoras de Málaga’ de la Bienal de Málaga, se presentó ayer por la noche en el Auditorio Edgar Neville la familia Reyes, percheleros de pura cepa, y de la que fue máximo exponente Enriqueta Reyes ‘La Repompa’, apodo que legaría al resto de su familia. El elenco artístico lo conformaron Rafaela Reyes y Amparo Heredia al cante, Iván Vargas y Raquel Heredia al baile, José Satorre y Manuel Fernandez a la guitarra y Juan Laike, El Yaya y Miguel ‘El Nene’ al compás.
AUDIO: Amparo ‘La Repompilla’ – Concierto de Aranjuez
No se puede negar que la calidad artística y el buen hacer no tuvieran cabida en el espectáculo que nos brindó ayer una de las sagas cantaoras malagueñas más personales. Pero para ser justos, se echaron de menos, y mucho, los soníos y las formas cantaoras de esta familia.
Comenzó Amparo Heredia ‘La Repompilla’ cantando aquella letra que compuso Diego ‘El Cigala’ para el Concierto de Aranjuez. Siguió por tonás, que ligó para entrar en la seguiriya, cante que bailó su hermana Raquel Heredia Reyes con rabia desmedida, demostrando su casta. Un derroche inagotable de energía.

Hasta este momento la noche había resultado un tanto insustancial. Amparo desde luego no había estado a la altura que nos tiene acostumbrados. Y eran Raquel e Iván los que hasta entonces habían aportado algo al espectáculo. Pero la aparición de Rafaela Reyes, supuso la magia en el escenario. Vino acompañada del duende, además de una voz impoluta, flamenquísima y de exquisito gusto. Deleitó al público con una tanda de bulerías y cuplés de inconmensurable arte, y todo ello adornado con su baile de raza, su baile gitano. Además pudimos escucharla al natural, sin micro, resultando exultante, rebosando fuerza, seguridad y doliendo con su cante. El público le agradeció su derroche de talento poniéndose en pie y ofreciéndole una ovación cerrada y a compás. Y para no desmerecer se despidieron con un fin de fiesta donde todos se dieron sus pataítas.
A pesar del buen hacer sobre las tablas, lo esperado era que no todo el espectáculo fuera para baile. Que el cante de Amparo cobrara protagonismo sin el acompañamiento de cajones y tacones, porque tiene condiciones y conocimientos para ello. Pero sobre todo nos quedamos con las ganas de escuchar esos cantes del perchel por tangos o por bulerías que en su día elevara Enriqueta a la condición de obras maestras. Definitivamente, se extrañaron esos honores a ‘La Repompa’.
Mäs críticas de flamenco en Málaga en el Blog ‘Crónicas Flamencas’.
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