Soleá por la Farruca

Penuria, lamento, pérdida, negrura, esperanza. Todo recogido en ella en el fondo de sus ojos, detrás de su espalda, en la palma de sus manos, en la trenza de su pelo, en la pisada herida de sus pies. La Farruca, que ayer abría en Sevilla el ciclo Flamenco viene del Sur con ‘Mi herencia’, no baila por soleá. Lo que vemos es más bien, como recitó imponente su hermana La Faraona, la soleá la que se hace Farruca.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A esta gitana de raza de las que quedan pocas le hizo falta poco más de unos minutos para dejar sobrecogido al público que abarrotaba el Teatro Central ávido de pureza. El espectáculo era lo de menos porque lo que se busca en ella es la huella de una estirpe que entiende el flamenco desde la rabia. De ahí el coraje, el ímpetu, la energía. El espíritu de supervivencia en un taconeo y la liberación en un desplante.

La Farruca, en uno de los momentos de su espectáculo 'Mi Herencia'. Foto: Adam Newby.

Es cierto que hubo cierto desconcierto por lo breve de la propuesta -no más de 50 minutos- y que probablemente los espectadores se quedaron con ganas de disfrutarla más. Pero así quiso resumir ella su legado. En esta soleá oscura y sincera y en la blancura de los tangos frenéticos y seductores con los que arrancó el espectáculo junto a su hijo El Carpeta. Como queriendo sintetizar en estos extremos toda su sangre.

Desde luego fue hermoso verlos juntos y comprobar cómo hay patrimonios que perviven en el instinto, que se traspasan desde el cordón umbilical. Por eso, el arrebato de este Carpeta por alegrías y su magnetismo. Eso sí, Manuel Fernández se afana aún en buscar un aplauso que a su madre le llega solo. Le cuesta encontrarse en el escenario cuando no está zapateando y le faltan recursos cuando quiere templar. Aun así, repetimos. Tiene magia y verdad y, al final, esto es lo que fascina a quienes lo siguen. A pesar de que su limitación caduque en un instante.


FLAMENCO VIENE DEL SUR 2015. SEVILLA.

‘Mi herencia’. Baile: Rosario Montoya La Farruca y Juan Manuel Fernández Montoya El carpeta. Guitarra: Román Vicenti Cante: David el Galli y Juan José Amador hijo Percusión: Celu Palmas y jaleos: Juan Fernández Lugar: Teatro Central de Sevilla Aforo: Lleno Fecha: 25 de febrero

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