Si en las citas flamencas de alta alcurnia se estilara la típica alfombra roja al más puro estilo hollywoodiense, seguramente Estrella Morente sería la artista más indicada para inaugurar la vigésima edición del Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba.
El glamour y la arrebatadora personalidad de la granadina están fuera de toda discusión. Su tirón mediático es uno de los más imponentes del circuito flamenco. Y cuenta con el favor del público llenando teatros allá por donde va. Hasta ahí, poco hay que decir en su contra. Lo que no está tan claro es si su repertorio es el más adecuado para abrir un certamen que precisamente lleva haciendo gala de su ‘jondura’ durante más de medio siglo.
Si de lo que se trataba era de vender entradas o captar la atención mediática, el objetivo puede darse por superado con creces. Más de novecientas personas abarrotaron el aforo del Gran Teatro de Córdoba el pasado domingo por la noche. Un público que desde el primer momento se mostró a los pies de esta princesa del flamenco, a pesar de que el cante de la granadina gravitara durante la mayor parte de la noche fuera de la órbita de lo que se podría entender estrictamente como flamenco.
Estrella Morente llegó a Córdoba para presentar su último disco ‘Autorretrato’ – o al menos eso se suponía-, aunque finalmente el repertorio que puso en escena poco o nada se diferenció del que viene haciendo en sus giras habituales en los últimos años. Abrió a capella su actuación con el primer tema de su nuevo álbum, el Pregón de las Moras, y siguió su repertorio aflamencado con el poema de San Juan de la Cruz ‘Le di a la caza alcance’. Un tema de bellísima factura para el que prescindió en su directo de la instrumentación de la que hace gala en la grabación original.
La hija del maestro Morente solo entró en faena fugazmente por abandolaos granadinos y seguiriyas junto a la sonanta de Montoyita. Y el resultado no puede decirse que fuera del todo satisfactorio. Especialmente en la seguiriya, cuando la granadina se atragantó con el macho de Manuel Molina dejando claro que lo suyo no es el cante por derecho.
Y es que la verdadera fuerza de Estrella Morente radica en su elegancia y en su saber estar sobre el escenario. Indudablemente está tocada por el duende, aunque no por el que conocen los cabales. En la segunda parte de la actuación, la granadina campó a sus anchas por el escenario. Bailó con el mantón y jugó con el abanico con una dulzura exquisita. Subió a su abuela a las tablas. Y terminó su actuación cantando y repartiendo besos en el patio de butacas.
Antes tuvo tiempo para recordar a su padre con el tema ‘La Estrella’. A Lola Flores en unas sevillanas de su nuevo disco. Y de interpretar dos bises -con el tango ‘Volver’ y ‘Córdoba la llana’- que pusieron en ebullición a todo el teatro. Solo así la granadina salió por la puerta grande. La puerta reservada a quienes están tocados por la estrella del arte sigan o no los cánones flamencos.
Gala inaugural del XX Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba
‘Autorretrato’
Voz: Estrella Morente.
Guitarras: Montoyita y ‘El Monti’.
Coros y palmas: Antonio Carbonell, Ángel Gabarre y Kiki Morente.
Percusión: El Popo.
Gran Teatro de Córdoba.
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