Texto: Francisco Martínez. / Foto: Toni Blanco.
Lleno absoluto el pasado viernes 23 de marzo en la Peña ‘El Rincón del Cante’ para escuchar a Carmen de la Jara acompañada a la guitarra por Rafael Trenas.
Esta cantaora, que tiene buen predicamento en Córdoba, inició su recital por alegrías con la dinámica y dominio rítmico que le es habitual. La tanda de tres peteneras sirvió para escuchar dos estructuras musicales preflamencas, la primera de ellas con versos del «corrido de las monjas» que popularizó José de los Reyes ‘El Negro’ en la década de los 70 del siglo pasado; el remate con la clásica petenera grande de la Niña de los Peines, formulada con intensidad flamenca, contribuyó acertadamente a contrastar aún más los diferentes estilos realizados.
Los tangos interpretados pusieron de manifiesto el entrañable sabor gaditano con la que esta cantaora es capaz de dotar los palos de su tierra. Y la primera parte de su recital la cerró con un cromático ramillete de coplas por bulerías, con mezcolanzas de otros cantes que la artista supo encajar perfectamente y con éxito.
El segundo tramo de su actuación lo inició la artista gaditana con una interesante exposición de soleares, que originalmente etiquetó Pepe de la Matrona como soleá-petenera cuando las grabó en 1969; en este estilo de atractivas pautas melódicas pudo la cantaora dar muestra eficiente de su capacidad técnica y expresiva para matizar tonalidades, con la voz siempre en su sitio y aportando giros personales.
Las seguiriyas representaron el momento cumbre del recital, implicándose la cantaora en los resortes anímicos que requiere este cante para alcanzar su plenitud expresiva, sin desatender en ningún instante los anclajes musicales. En el tramo final se escucharon fandangos de María la Sabina y las populares bulerías de Juana Monje, ‘La Sabina’ y Rosa ‘La Papera’, a las que sabe sacarle partido y que son frecuentes en su respertorio.
Siguió la popular copla de Quintero, León y Quiroga «Lolita la Piconera» que fue cantada a coro por buena parte de los asistentes a petición de la cantaora. A manera de bis Carmen de la Jara se despidió con el popular «El manisero» de Machín, pero partiendo de la adptación flamenca que por bulerías grabó Manuel Vallejo.
En su línea acostumbrada, Rafael Trenas tocó para comodidad de la cantaora, templado y marcando las tonalidades imprescindibles. Su hijo se sumó con solvencia tocaora para acompañar a dos por bulerías a Carmen de la Jara, que aprovechó el recital para publicitar su último disco «Puerto de Indias», editado con motivo del bicentenario de la primera Constitución española, conocida popularmente como ‘La Pepa’.
El público asistente quedó muy satisfecho con la intervención de esta gaditana, aunque algunos aficionados echaron en falta cantes habituales en su repertorio y que siempre son agradecidos.