Una de las estirpes más representativas del flamenco, la de la familia de los Farruco, puso la pasada noche Córdoba patas arriba. Farruquito, Farru y El Carpeta fueron los protagonistas de un espectáculo en el que se rindió tributo a su abuelo, el maestro Farruco, creador de una estética y formas propias y uno de los máximos iconos del baile puro gitano.
Junto a ellos estuvieron compartiendo escenario artistas de Córdoba como el guitarrista Niño Seve y algunos miembros de la familia Plantón con El Calli a la cabeza, cantaor y director artístico de la iniciativa.
La guitarra de concierto de Niño Seve fue caldeando el ambiente en el Teatro de la Axerquía. Y los bordones dieron paso a la voz rota de El Calli y los hermanos Plantón, que fueron los encargados de cerrar la primera parte de un espectáculo en el que todos esperaban a ver al patriarca del baile gitano.
Subió El Carpeta a comerse el escenario por bulerías y con su avalancha de desplantes dio paso al baile más reposado de su hermano Farru, que templó sus formas con la gravedad que requiere en el baile la seguiriya. Pero si alguien brilló por encima del resto, ese fue Farruquito. El bailaor sevillano se encuentra en uno de los momentos más dulces de su carrera y lo demostró marcándose un magistral baile por soleá que levantó de sus asientos al respetable.
Con los tres herederos del gran maestro ya sobre el escenario, los aficionados tuvieron la oportunidad de disfrutar de un fragmento de ‘Tres flamencos’, el espectáculo que próximamente unirá en los escenarios a los nietos del Farruco.
Fuerza, compás, piruetas imposibles, desplantes y un cuadro que rebosaba flamencura por los cuatro costados fueron los ingredientes para un fin de fiesta que contó, entre otros artistas y familiares, con la madre de los tres bailaores, y que sirvió de cierre a una velada en la que estuvo muy presente el espíritu del gran Farruco.