Inmaculada Morales, guitarrista de flamenco

Inma Morales: «Todavía hay quien sigue sin ver a la mujer en el papel de guitarrista»

Tercer Premio del VIII Certamen Flamenco de Guitarra Joven de Acompañamiento, Inmaculada Morales continúa haciéndose un hueco y rompiendo estereotipos en un mundo reservado tradicionalmente a los hombres. Su impronta y buen hacer en el toque le han abierto las puertas de la Fundación Cristina Heeren, donde el año pasado completó su formación con algunos de los grandes maestros de la sonanta. A la espera de terminar este año el grado superior de guitarra flamenca en el Conservatorio ‘Rafael Orozco’, esta joven guitarrista es un claro ejemplo de que la guitarra no entiende de género. 

– ¿De dónde te viene la afición al flamenco?
– Soy la única músico que hay en mi familia y la guitarra flamenca me llega por afición propia. Desde pequeña siempre quise tocar la guitarra y escuchar flamenco es algo que siempre me ha gustado, de modo que esa curiosidad es la que me ha hecho ir introduciéndome en este mundo.

– ¿A qué edad empiezas a tocar la guitarra?
– Empecé a tocar con ocho años, aunque la guitarra flamenca no comencé a tocarla hasta que tuve doce. Estuve cuatro años estudiando guitarra clásica, pero no me gustó y entonces fue cuando me incliné por el flamenco. Antes de venir al conservatorio de Córdoba, empecé a recibir clases del maestro Carlos Pacheco, que precisamente es profesor de guitarra flamenca en el Conservatorio Superior de Córdoba, y así fue como di mis primeros pasos en la guitarra flamenca.

– Inicias tu formación musical en la disciplina de guitarra clásica, ¿qué es lo que en un principio te llamó más la atención de la guitarra flamenca?
– El compás, los rasgueos, la brillantez y la fuerza de la guitarra flamenca son características que siempre me han llamado la atención, sobre todo viniendo de una formación previa en guitarra clásica. Soy una persona con carácter y la técnica y la fuerza de la guitarra flamenca me impresionaron desde el principio.

– A pesar de los tiempos en los que estamos, escuchar a una mujer tocando la guitarra flamenca sigue siendo algo poco habitual…
– Sí. Poco a poco, va habiendo más mujeres que tocan la guitarra, pero es cierto que sigue siendo una excepción.


«Hay quienes dicen que las mujeres no tenemos la misma impronta en los rasgueos o que los picados nos salen más sucios que a los hombres, pero creo que no es así»


– ¿Es más difícil hacerse un hueco como guitarrista siendo mujer?
– Todavía hay una parte del público que sigue sin ver a la mujer en el papel de guitarrista y también hay otro sector de la afición que sí nos acepta bastante bien. Cuando he actuado en peñas hay gente que te dice lo bien que has tocado y otra que te mira como diciendo “qué pena que seas mujer…” No obstante, creo que este tipo de personas es una minoría hoy en día en el flamenco.

– ¿Hay alguna diferencia entre el toque de un hombre y el de una mujer?
– Hay quienes dicen que las mujeres tenemos unas características particulares en el toque, que no tenemos la misma impronta en los rasgueos o que los picados nos salen más sucios que a los hombres… Pero creo que no es así. Todo depende de la guitarrista y de sus características. Y la prueba es que a compañeros míos les he puesto videos para que adivinaran si quien tocaba era un hombre o una mujer y no han podido diferenciarlos por su forma de tocar.

– ¿Cómo definirías tu toque?
– Me gusta tocar antiguo y que la guitarra tenga fuerza con la presencia del pulgar y los rasgueos.

– ¿Alguna vez te has sentido discriminada?
– Quizá un poco cuando empecé, aunque lo cierto es que mis compañeros y profesores del Conservatorio Superior siempre me han apoyado.


«El conservatorio da una formación general, pero estos conocimientos deben reforzarse con la experiencia que aportan los grandes maestros y las vivencias con cantaores y bailaores»


– ¿Por qué crees que hay tan pocas mujeres que toquen la guitarra flamenca?
– No lo sé… Quizá porque desde siempre se ha considerado poco femeninas a las mujeres que tocaban la guitarra. Sin embargo, cada vez hay más mujeres en el Grado Medio del Conservatorio. Ahora que estoy impartiendo un taller de guitarra flamenca de grado inicial, medio y avanzado en Alcalá la Real, la verdad es que tengo más alumnas mujeres que hombres. Y lo curioso es que ellas se lo toman más en serio y tocan mejor.

– Has recibido clases de maestros como Gerardo Núñez, Manolo Sanlúcar, Pedro Sierra, Eduardo Rebollar, Niño Pura o José Antonio Rodríguez, ¿qué has aprendido de estas grandes figuras de la guitarra?
– Muchísimas cosas. De Manolo Sanlúcar me quedo con su sabiduría, porque es una persona que conoce muy bien el flamenco y la guitarra, aparte de ser un gran compositor y un magnífico guitarrista. De Gerardo Núñez y ‘Niño Pura’ me quedo con su técnica y de Eduardo Rebollar y Pedro Sierra me quedo con su maestría para acompañar al cante y al baile.

– Es importante para una guitarrista completar su formación con lecciones de los grandes maestros…
– El conservatorio da una formación general de guitarra solista y de acompañamiento al cante y al baile, pero estos conocimientos deben reforzarse con la experiencia que aportan los grandes maestros. En el conservatorio nos forman como músicos, pero la vivencias con los cantaores y los bailaores en las peñas o en cualquier reunión son muy importantes para ir formándose como guitarrista de flamenco.

 

 


 

«Es cierto que hoy en día se hace composiciones muy modernas, pero en las escuelas la base y la raíz desde la que se parte es el toque antiguo«

 


 

– ¿Siguen minusvalorándose las cualidades musicales de los guitarristas flamencos?
– A veces es triste comprobar que sigue habiendo gente que no considera músicos a los guitarristas flamencos. Es cierto que no todos los flamencos tienen conocimientos musicales de solfeo y armonía, pero eso no significa que tenga que asumirse que todos los guitarristas son unos incultos musicales. Más aún cuando las nuevas generaciones de guitarristas flamencos del conservatorio tienen la misma formación de base que un guitarista clásico.

– ¿Cuáles son tus referentes en la guitarra flamenca?
– Todos los maestros con los que he estudiado son referentes para mí. Además de ellos, Sabicas, Niño Ricardo y Paco de Lucía, que son los pilares del toque flamenco.

– ¿Se está perdiendo el toque clásico?
– Creo que no, porque hay una generación de nuevos guitarristas que están apostando por el toque antiguo. Es cierto que hoy en día se hacen composiciones muy modernas, algunas de las cuales incluso llegan a perder su carácter flamenco, pero en las escuelas la base y la raíz desde la que se parte es el toque antiguo. Seguramente será más virtuoso, pero el toque clásico no creo que se vaya a perder.

– ¿Cuáles son tus expectativas o proyectos en el mundo del flamenco?
– Quiero terminar la carrera en mayo y cuando lo haga ya veré lo que me invento… Me gusta mucho la docencia, porque además tengo la carrera de magisterio musical, pero la verdad es que subirme a un escenario no lo cambio por nada. Los nervios, acompañar a un cantaor y compenetrarme con él, es algo que me llena  muchísimo. Tocar bien y que no te digan qué guapa eres es algo que me aporta una satisfacción muy grande.

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