Texto y vídeo: Antonio Higuera. Fotos: M. Valverde.
Lo confieso. Mayte Martín es una de mis artistas fetiche. La catalana está repleta de verdad. Su cante lo mismo duele que acaricia el alma. A veces es un alfiler que se clava en el pecho y otras un bálsamo musical que todo lo cura… El martes pasado lo volvió a demostrar en el Teatro Góngora. Fue dentro de la programación del Festival de la Guitarra de Córdoba, donde presentó su último espectáculo ‘Tempo Rubato’. Un trabajo autoproducido a través de una campaña de crowdfunding que ha sido cocinada en las redes sociales y que la catalana ha querido parir en los escenarios antes de terminar su proceso de grabación en estudio.
Esta vez no venía a cantar por derecho. Mayte Martín quería mostrarnos una faceta diferente a la que nos tiene habituados, la de cantautora. Y lo ha hecho poniendo letras y música a las páginas de lo que ella llama “un diario de amor”. Lo lleva escribiendo más de veinte años y son una serie de perlas sonoras cargadas de emociones en las que canta a sus amores y desamores. Diez temas en los que la catalana puso el alma en cada nota que brotó de su garganta de cristal logrando enamorar una vez más al público que llenó el teatro.
En el escenario, con su guitarra bajo el brazo, se atisbaron trazos de boleros, tangos y ese aire flamenco que imprime a todo lo que hace, aunque esta vez con el acompañamiento extraordinario de un cuarteto de música de cámara que cuenta con arreglos musicales de Albert Amargós. ‘Acariciame por dentro’, ‘Si te he visto no me acuerdo’, la bulería encubierta ‘Música de mi locura’… El resultado es un espectáculo con una impresionante atmósfera musical sostenida por el mágico cuarteto de cuerda Quixote, el genial contrabajo de Ximo Clemente y el elegante toque de guitarra de Pau Figueres, que nos regalaron momentos sublimes de emotividad y dejaron a más de uno con el nudo en la garganta.
Los textos musicados de Rafael León, en el tema ‘Soneto de amor‘ con el que Mayte Martín abrió el concierto, de Federico García Lorca en ‘Gacela de amor imprevisto’ y el tango de Gardel ‘Sus ojos se cerraron’ completaron el repertorio de un concierto en el que Mayte Martín volvió a reivindicarse como autora de su propia obra y artista libre de ataduras que no renuncia al timbre flamenco que le es indisoluble.
Ya con el patio de butacas puesto en pie, la cantautora interpretó ‘S.O.S’, uno de los temas de su discografía que se ha convertido en un himno para sus seguidores y que sirvió para poner el punto y final a una noche en la que el amor fue el protagonista.