JAVIER CONDE: “He tocado la guitarra sin tener en cuenta nada más”

De Javier Conde (Cáceres, 1988) puede decirse que nació con una guitarra bajo el brazo. A los cuatro años ya trasteaba la sonanta con su padre -el guitarrista José Antonio Conde-, con once años daba conciertos en Europa y con quince se hizo con el Bordón Minero del Festival de Las Minas de La Unión siendo el ganador más joven en la historia de este certamen.

El pasado mes de febrero este niño prodigio sumaba un nuevo reconocimiento a su vitrina, concretamente el Premio Nacional de la Crítica «Miguel Acal” 2012, un galardón que vuelve a situar en el candelero a un joven que continúa imparable su escalada de peldaños en el difícil mundo del flamenco.

– ¿Qué ha supuesto para usted que la crítica especializada reconozca su trayectoria a pesar de su juventud?
– Ha sido una gran alegría, porque entre los que han recibido este premio se encuentran nombres como el de Paco de Lucía, que es el espejo en el que se miran todos los guitarristas.

– Usted ganó el Bordón Minero con solo quince años, ¿puede decirnos hasta qué punto los premios ayudan a promocionar la carrera de un artista?
– Los premios te dan un nombre dentro del mundo del flamenco y de la guitarra, pero no es algo que facilite las cosas a la hora de trabajar. Yo conseguí el Bordón Minero con quince años y tampoco hubo un cambio relevante en el número de contrataciones. Lo que sí se logra es un mayor respeto de los guitarristas.

– ¿Ha sufrido mayor presión que otros guitarristas por el hecho de haber sido considerado un niño prodigio de la guitarra?
– No. Yo solamente tocaba la guitarra sin tener en cuenta nada más. Cuando eres un niño no eres consciente de la responsabilidad que asumes, de que te están pagando los viajes, el hotel… no te das cuenta de que se está apostando por ti. Hasta que uno no madura, no asimila los esfuerzos que ha hecho la gente que le rodea y el hecho de que la responsabilidad que uno tiene va más allá de las horas de estudio.

– ¿Cuál ha sido el espejo en el que se ha mirado desde que era niño? Háblenos de sus referentes en la guitarra…
– En el mundo de la guitarra, mis referentes se encuentran de los años ochenta hacia atrás. He escuchado mucho al Niño Miguel, a Manolo Sanlúcar, a Sabicas, al maestro Andrés Batista, Mario Escudero y, por su puesto a Paco de Lucía. De los más actuales, me gustan Vicente Amigo, Gerardo Núñez o Jesús de Rosario, que son guitarristas que están en un nivel muy alto y están más acordes con las armonías que se llevan hoy en día. Pero realmente donde se encuentra la flamencura de la guitarra es en los discos antiguos.

– ¿Qué es lo más importante que ha aprendido de su padre? 
– Empecé a tocar la guitarra con cuatro años junto a mi padre. Él fue quien me puso los primeros ejercicios y a él le debo todos los éxitos que he conseguido con la guitarra. 

– La técnica es una de las virtudes en la que siempre ha destacado, ¿qué cualidades son para usted fundamentales en un guitarrista?
– La personalidad de un guitarrista se manifiesta a través de la pulsación que tenga en su mano derecha. Se puede diferenciar a un guitarrista solamente por su toque, pero creo que también hay que tener una buena técnica para transmitir la idea musical correctamente.

– ¿En qué faceta de la guitarra se siente más cómodo?
– Yo me siento guitarrista de concierto, que es a lo que me dedicado toda mi vida. Pero últimamente también estoy acompañando al cante y al baile. Creo que son vivencias que siempre enriquecen a un guitarrista.

– ¿El Conservatorio es el sitio idóneo para hacerse como guitarrista flamenco?
– No. Si este fuera el secreto, estaría aquí todo el mundo. Lo que ofrece el Conservatorio es una formación básica y un título.

– ¿Dónde se ve en un futuro como guitarrista?
– No lo sé, la verdad. Trataré de seguir buscándome la vida como hasta ahora, aunque la formación es una faceta que me gusta mucho.

– ¿Podremos verlo este año en el Concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba?
– Es posible, pero aún no he decido nada. Aunque la última vez que me presenté, llegué a la final y dejaron el premio desierto…