Tomatito regala su alma


Dicen que la sangre tira. Pero más tira lo vivido, el aprendizaje, la magia, el recuerdo, el arte, un maestro, un amigo…De ahí que Tomatito no se trajera sólo a su familia de sangre a la bienal. Y todos agradecidos.

Que Camarón y Paco de Lucía estuvieran el viernes noche en el Patio de la Montería no es extraño. José Fernández Torres siempre los lleva. Pero en esta ocasión vinieron más melancólicos que de costumbre, quizás por la tristeza aún perceptible en el guitarrista; quizás también por la relación de confianza e intimidad del cuadro que le acompañó.

Foto: Antonio Acedo.

La melancolía estuvo en sus acordes, en sus miradas, en sus gestos de complicidad con Pepe de Lucía, allí presente. También cuando daba paso a su hija, Mari Ángeles Fernández, o la aprobación a una de sus segundas guitarras, “Tomatito hijo”.Y pese al repertorio del espectáculo, mayoritariamente festero, hubo momentos de templanza, nostalgia y contención que, sin duda, fueron los más sensibles y mágicos de la noche.

Se concentraron, sobre todo, en la primera mitad del recital, con la taranta del arranque, la preciosa balada de Michel Camilo que dedicó muy emocionado al “mejor guitarrista que ha existido”, y el romance que la voz femenina del cuadro cantó suave, dulce y fino. Tres temas que tuvieron mucho alma y que dejaron el mejor sabor entre los asistentes. El resto fue pura energía, a veces buena y, otras, no tan buena.

Bulerías, tangos, alegrías y más bulerías. El pellizco gitano que es sello de este genio de la guitarra tardó en aflorar en el resto de la constelación familiar. Sólo hubo un atisbo en el final de alegrías, cuando bailó Paloma Fantova, y hasta el quinto o sexto tema el elenco no se contagió.

Foto: Antonio Acedo.

El cantaor Simón Román puso potencia y pellizco en tangos y bulerías, contrastando con la voz melódica y dulce de Mari Ángeles Fernández que, de lejos, fue la que mejor cantó. El Piraña y José Santiago también hicieron bien su papel en la percusión, sobre todo cuando Tomatito cruzó las fronteras del género. Y Fantova se mostró muy flamenca y enérgica en las bulerías por soleá. Puede que hasta demasiado enérgica, pues movió los brazos bien poco, taconeó y jaleó mucho, y hasta estuvo a punto de dar un pequeño susto a los asistentes.

El bis fue espontáneo, después de que Pepe de Lucía buscara un abrazo del guitarrista detrás del escenario, cuando ya todo el público marchaba hacia la salida. Tomatito se lo merecía, pues no sólo regala flamenco del bueno, pellizco gitano y alma  allá donde va. También nos regala instantes con Camarón y Paco de Lucía, y hay que ser muy generoso en arte y espíritu para compartir lo vivido con ellos en lugar de quedárselo para él sólo.


‘Tomatito & Family’. Real Alcázar de Sevilla. Guitarras: Tomatito, José Israel Fernández “Tomatito hijo”, Cristóbal Santiago “El Cristi”. Voces: Mari Ángeles Fernández, Kiki Cortiñas y Simón Román. Percusión: El Piraña, José Santiago Baile: Paloma Fantova.

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