ANA Mª GUTIÉRREZ / DANIEL MORALES
El Rincón del Cante volvió a brillar el pasado viernes, esta vez bajo la presencia de Luis Heredia “El Polaco”, en la que fue la cuarta noche de recitales de la temporada. Sobre la tablas un peso pesado del flamenco, nacido en Granada hace 62 años, que hizo gala, una vez más en esta peña, de su portentosa voz, pasando por palos como las alegrías o la caña en la primera parte, y bulerías o mineras en la segunda.
Si algo se puede destacar de su actuación, es la variedad de letras que introdujo dentro de cada palo, recreando en cada uno de ellos un popurrí de estrofas, algunas muy conocidas y otras novedosas. Hay que mencionar el tributo que rindió en su caña a la bailaora lebrijana Concha Vargas, recordando su buen hacer cuando, en épocas pasadas, bailaba este palo. Del mismo modo, “El polaco” no olvidó las letras de Curro de Utrera, que incluyó en algunos momentos.
Tras más de una hora y media de flamenco en estado puro, el cantaor se despidió de su público con unos tangos de “Graná” en homenaje a su amigo Morente, haciendo del final el momento más emotivo de la noche.
Si magistral fue su interpretación, no menos portentosa fue el papel de Manuel Herrera al toque. Así, sus acordes, cargados de virtuosismo y precisión metronómica, llenaron de efectos y colores todo un recital en el que una sala abarrotada, con un público entregado, se quedó con ganas de más.