Flamenco de trinchera

Paco Peña regresó el pasado domingo al festival que él mismo puso en pie hace más de treinta años. Lo hizo con su obra ‘Patrias’, una composición musical en la que el maestro da un giro diametralmente opuesto a la línea que ha seguido en sus últimas creaciones. El dolor, la agitación social, los fanatismos ideológicos y la muerte se suceden en un trabajo denso, pero bien estructurado, con el que el maestro pretende llamar la atención sobre la fatalidad que entraña todo acto de guerra, centrándose para ello en la Guerra Civil Española.

Comienza adentrándose en el universo lorquiano -tan recurrente para los artistas flamencos- para ensalzar la figura del poeta granadino, que está presente a lo largo de gran parte de la obra a través de sus composiciones musicales, sus poemas y la narración de su asesinato. Temas de folclore popular -Nana de Sevilla, de Federico García Lorca, o Anda Jaleo-, proyecciones audiovisuales, fotografías e himnos bélicos de la época se intercalan con el cante, el baile y la guitarra flamenca a lo largo de todo el espectáculo dando lugar en algunos momentos a lo que bien podríamos llamar ‘flamenco de trinchera’.

Como suele ser habitual en la obras del maestro cordobés, ‘Patrias’ esconde un arduo trabajo de investigación que sirve en este caso para recrear el contexto social que dio lugar a la contienda española. Especialmente reseñable en este sentido, aunque con menor protagonismo que en sus obras anteriores, es la musicalidad que envuelve la narración durante todo el desarrollo del espectáculo, en el que el bailarín cordobés Ángel Muñoz sostiene el peso de las coreografías junto a la bailarina Mayte Bajo, ambos sublimes especialmente en la inminente tragedia bélica que emulan en su baile por seguiriyas.

Paco Peña vuelve a demostrar así que es un artista comprometido con su tiempo y con el arte jondo. A sus 74 años, es uno de los pocos guitarristas flamencos -seguramente el único- que aún continúa con su actividad profesional a pleno rendimiento con giras internacionales. Pone el alma en todo lo que hace y da sana envidia verlo subir a las tablas y enfrentarse en solitario al público arropado únicamente por su sonanta. Precisamente así fue como quiso abrir su espectáculo, interpretando en la soledad de las tablas tres obras -granaína, rondeña y farruca- con las que rindió homenaje a otros dos grandes del toque: Ramón Montoya y Sabicas.

La nota negativa de la noche: el receso de más de veinte minutos que tuvimos que digerir con paciencia tras su recital hasta que dio comienzo ‘Patrias’.

Paco Peña Compañía Flamenca. Patrias.
Gran Teatro. 3 de Julio.
Guitarras: Paco Peña, Rafael Montilla, Paco Arriaga. Danza: Ángel Muñoz y Mayte Bajo. Cante: Gema Jiménez y José Ángel Carmona. Percusión: Nacho López y José Manuel Ramos. Actor: Rodrigo Mariscal.