Lina deja ver en su nueva colección su lado más creativo e innovador. En el origen del flamenco encontramos una rica mezcla étnica, cultural e ideológica, un arte que actualmente sigue fusionándose con sonidos diferentes. Bajo esas premisas nace ‘Flamenco’, una propuesta donde destacan las líneas suaves y fluidas como contraposición al estructural vuelo de las faldas tradicionales de Lina, que también podemos encontrar en algunos modelos.
Rocío Montero centra la atención sobre los escotes de los vestidos, introduciendo formas inusuales en un traje de flamenca. El fleco de seda es el complemento ideal para este estudio del escote, realizado de forma artesanal. La importancia de las mangas se hace presente con mangas al codo y largas que se alternan en los diferentes trajes de esta colección. Volantes al hilo y de capa. La fusión y el mestizaje también se reflejan en la selección de tejidos: perforados de algodón, popelines, punto, crêpes, sedas y encajes conviven formando un rico conjunto heterogéneo.
Fotografías: Toni Blanco.
En cuanto a los colores, partiendo de los colores más vinculados al mundo del flamenco (negro, blanco y rojo), la colección evoluciona a una degradación de los diferentes matices del rosa, que se hace protagonista central de la colección: buganvilla, rosa ciclamen, coral y tonos más pasteles. Salpican además algunos toques de amarillo, intenso y mostaza.
Como complementos, sorprendentes mantones de Manila confeccionados y bordados artesanalmente. Además, cuenta con piezas exclusivas de las firmas Castañer, en calzado, y Dublos, para los complementos.