La noche del jueves 15 de agosto se produjo la vuelta a casa del hijo pródigo de Andalucía. Paco de Lucía volvía a pisar un escenario andaluz, concretamente el del Starlite Festival en Marbella. Las 2.500 personas que llenaron el auditorio de la cantera no quisieron desaprovechar la oportunidad de ver al maestro de la sonanta hacer de las suyas sobre el escenario.
Paco es el mayor embajador sobre la tierra del arte flamenco. Y lo es por derecho propio. Conoce los entresijos de la bajañí como nadie y su arte es reclamado en todo el mundo. Abrió la noche en solitario por rondeña, a la que dota de una personalidad sin igual, jugando con cada nota, aportándole amplitud y sentido a la música que emana de sus dedos. Un goce para los oídos.
Después fue el momento para el deleite de compás con sus bulerías por soleá. Inconmensurable el sabor personal y melódico que aporta Paco. Ya con la percusión de Piraña y las voces de David de Jacoba y Rubio de Pruna que recordaron con excesiva exactitud a la del genio de la Isla, poniendo de manifiesto la carencia de personalidad cantaora o las exigencias de Paco con sus acompañantes.
Antonio Serrano al teclado y armónica, Alain Pérez al bajo, Antonio Sánchez a la guitarra y Farruco al baile completaron el elenco artístico del maestro. Todos dejaron momentos memorables, pero la palma se la llevó, por un lado “El Farru” con su baile por bulerías y tangos, donde transmite más con sus suaves movimientos y con sus manos que con su exagerado zapateo, que a veces eclipsa a la flamencura; y, por otro lado, la armónica de Antonio, que fue la que más aplausos arrancó en toda la noche, incluso por encima del maestro.
Paco dio una autentica lección de cómo tocar la guitarra, exploró en ella para buscar nuevas vías de expresión y llegó al público con la velocidad de sus dedos. Apenas pronunció palabra excepto para presentar a su banda y decir que estaba encantado de estar en su casa. Lo suyo es llegar con su instrumento a propios y extraños del flamenco y es precisamente lo que consiguió en la noche del jueves.
Cerró la noche con su tema “Zyryab”, donde intercaló fragmentos de su himno flamenco “Entre dos aguas” para hacer las delicias de los asistentes que terminaron de enloquecer con la magia del maestro.