Jorge Pardo, durante una actuación en Córdoba. Foto: Miguel Valverde.

Un jazzman con pellizco flamenco


Suena una flauta por tarantas. La melodía del viento-metal comienza a brotar abrazada al lamento de una guitarra. Las notas de jazz se escapan sutilmente entre bordón y bordón. Jorge Pardo y Pepe Habichuela, juntos por primera vez en las tablas del Gran Teatro. Dos maestros. Dos almas libres. Dos precursores que han bebido de la fuente para volar más allá de cánones y ataduras. Jondura y alma de jazz unidas en un alegato a la universalidad del flamenco.

Desde la solemne soleá de inicio con la que el veterano guitarrista granadino dio comienzo el concierto hasta las bulerías con flauta travesera y contrabajo con la que cerraron el espectáculo, Pepe Habichuela y Jorge Pardo emprendieron un viaje por la evolución musical que el flamenco ha experimentado en su último medio siglo de historia. Un recorrido en el que los dos han sido protagonistas destacados cada uno a su manera. Pardo introduciendo la flauta por primera vez en una grabación discográfica -junto a Camarón de la Isla, en la Leyenda del Tiempo- y Habichuela enriqueciendo el toque tradicional de su inagotable fuente ancestral con nuevos sonidos procedentes de la música hindú y el jazz.

El resultado es una música que está viva. Sonidos llenos de matices, sabores, contrastes y flamencura. El repertorio parte del toque tradicional de Pepe Habichuela, que abrió el espectáculo por soleá y continuó por alegrías y seguiriyas acompañado por la guitarra de su hijo, Josemi Carmona, sin duda una de las figuras de la noche. El excomponente de Ketama cuajó una actuación brillante con un toque en el que confluyen la tradición, el virtuosismo y la búsqueda de nuevas armonías.

Jorge Pardo y Pepe Habichuela saludan al final de su concierto en el Gran Teatro de Córdoba. Foto: Miguel Valverde.

Con Jorge Pardo ya sobre el escenario, flauta y saxofón tomaron las riendas sobre las tablas. El madrileño  -galardonado con el Premio al Mejor Músico Europeo de Jazz en 2013- conoce, adora y respeta el flamenco en lo más profundo de su alma de jazzman. Fue intercalando temas de su discografía como ‘Huellas’ con palos propios del flamenco. Bien por tangos, soleá por bulerías o bulerías a secas, Pardo hizo ayer del cante flamenco su propio lenguaje. Su música pellizca y está repleta de inusuales combinaciones armónicas. Quejíos exhalados por el viento-metal. Melodías tradicionales coloreadas con notas de jazz. Diálogos con el baile de una Paloma Fantova espectacular en su zapateaos. Homenaje musical a Paco de Lucía y Enrique Morente…

Pepe Habichuela y Jorge Pardo abrieron el pasado jueves el apartado de flamenco del Festival de la Guitarra de Córdoba con un espectáculo en el que ambos dejaron patente que la música no entiende de corsés y que el flamenco puede convivir y enriquecerse junto a otras músicas. Porque el arte jondo lo resiste todo, siempre y cuando se trate con respeto y conocimiento, claro está. Siempre que la esencia no se desvanezca.


Jorge Pardo y Pepe Habichuela. Flamenco Universal. Gran Teatro de Córdoba. Pepe Habichuela, guitarra. Jorge Pardo, saxofón y flauta. Josemi Carmona, guitarra. Bandolero, percusión. Pablo Báez, contrabajo. Paloma Fantova, baile.

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