La tercera Gala Flamenca del Festival Internacional del Cante de las Minas no defraudó. Era el turno de Diego El Cigala, que escenificó su lado más puro y auténtico en un recital de dos horas en el que dio un repaso a los cantes mineros y otros palos tradicionales del flamenco.
El cantaor estuvo acompañado por las guitarras de Diego y Pepe el Morao, además de Juan Grande, Ané Carrasco y Tarotito a las palmas. Precisamente la noche comenzaba con un solo de guitarra del Morao, hasta que salió al escenario el Cigala arrancándose por martinetes.
Seguidamente, conectó con el público haciendo tarantos, sevillanas, malagueñas con remate por abandolaos, alegrías, fandangos, soleares con fragmento del Romance del Amargo de Camarón de la Isla, para seguir por Tangos y por Bulerías.
Temas de discos anteriores también estuvieron presentes en un repertorio fundamentalmente clásico: “Nostalgias” (del disco Cigala&Tango), y acababa su recital con Compromiso y Corazón loco (de los discos Dos lágrimas y Lágrimas negras).
Tras la actuación, y preguntado por el proyecto de internacionalización del Festival unionense ha dicho que “los sonidos de la India y los árabes están dentro del contexto del mundo del flamenco. Sin ir más lejos, me veo con un laud y unos violines moros ¡es divino!.