Han pasado cuarenta años desde que Carmelilla Montoya protagonizara uno de los capítulos de la serie ‘Rito y Geografía del cante’ y ayer, en el Palacio de Congresos de Sevilla, únicamente faltaba la mesa de camilla para revivir la estampa de jondura, entusiasmo y fraternidad que quedara registrada para la historia.
Esta niña que cantaba y bailaba entonces con tacones de lunares en blanco y negro, lo volvía a hacer anoche con la misma naturalidad, con el mismo desparpajo. Arropada de nuevo por su familia (su madre Carmen, su tía Antonia La Negra, su prima Lole Montoya, su ‘hermana’ Remedios Amaya…) y ahora también por sus descendientes y amigos. Pero tratando de poner color a una enfermedad dura que, si bien le ha retirado de los escenarios, le ha regalado el reconocimiento del flamenco, de su barrio de Triana y del público.

Un espectáculo en el que desfilaron los artistas que encabezan los carteles de ahora y de siempre: Arcángel, Miguel Poveda, Argentina, Lole Montoya, Aurora Vargas, La Farruca, Farruquito, Raimundo Amador, Rafael Campallo, Segundo Falcón, Paquiro… Todos unidos por la misma causa: “que se demuestre que sigue habiendo humanidad y apoyar a una mujer que es compañera, aficionada, amante de este arte, y que nunca ha tenido vanidad”, afirmó Poveda.
Claro que el fin no justifica los medios. Y el problema de este tipo de iniciativas es que se termina olvidando que el resultado debería parecerse, al menos, al de un espectáculo ‘consumible’ por los que están en el patio de butacas. Desgraciadamente, a pesar de los intentos de Los Morancos por poner cierto orden y disimular los errores propios de la improvisación, el homenaje empezó con media hora de retraso y se alargó casi cuatro horas, con el consecuente trasiego de espectadores.
Esto obligó a que muchos de los artistas anunciados se unieran en un multitudinario fin de fiesta en lugar de actuar en solitario. De esta forma, La Farruca, Farruquito y El Carpeta, Aurora Vargas, Carmen Ledesma, Remedios Amaya, Pedro El Granaíno y la larga lista de artistas e invitados –entre los que se sumó Matilde Coral y la propia Carmelilla-, improvisaron bulerías como están acostumbrados a hacerlo en sus propias reuniones, con cierto desbarajuste pero con compás para dar y regalar. De hecho, parece que el ambiente de la sevillanía jonda que se desbordaba sobre las tablas de escenario acabó por asustar a un Joaquín Cortés que se hizo ver durante todo el acto, que subió incluso a entregarle el ramo a la bailaora trianera, que empezó a tocar las palmas en el conjunto final y que, sin embargo, evitó dar una pataita haciendo mutis por el foro en el sentido más literal de la frase.

En cualquier caso, peros aparte, el ambiente fue estupendo, el público estuvo agradecido y los artistas se entregaron. Pocas veces se reúne en un solo día y por una sola razón tanto arte.
Y aunque no se aprovechara para buscar lo íntimo, lo inédito, lo especial, se disfrutó de lo que cada uno fue dando. Arcángel su sensibilidad por cantiñas y su perfección por fandangos. Lole la sensibilidad trianera, el cante lento. El bailaor Pepe Torres la hombría y la gallardía por soleá. Argentina las ganas de comerse el mundo. Raimundo Amador y Lin Cortés la modernidad, la búsqueda, la música por la música. Paquiro el eco, la veteranía. Rafael Campallo la picardía y el riesgo por alegrías. Segundo Falcón, la voz clara, limpia. Poveda la belleza, el color. Y todos los artistas que fueron pisando el escenario: Miguel Ángel Cortés, José Acedo, Torombo, Bobote, Los Mellis, El Bolita, José Carrasco, José Amador, Paco Veiga… así como los que pintaron el cuadro final pusieron su arte, su duende y, sobre todo, su entrega desinteresada y su cariño por la “cosita” o la “chiquitilla”, como llamaron a Carmelilla en varias ocasiones.
Por eso, enhorabuena siempre al flamenco solidario. Y a esta artista, que salió a hombros con la ovación de los que están a su lado. Con una descarga de energía, una inyección de ánimos y dando una lección de valentía y vitalidad.
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Ahora el homenaje que se le hace el día 5 de diciembre es realmente para verlo, el cartel es impresionante, y además es un homenaje más que merecido.
Le damos la enhorabuena y muchos ánimos!!!