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Hace apenas un mes Patricia Guerrero logró que todos los aficionados que la vieron en sus dos apariciones en la Bienal recordaran su nombre. De hecho, apenas unos minutos antes de que se presentara en la Sala Joaquín Turina de Cajasol, dentro del ciclo ‘Jueves Flamencos’, se hizo público su Giraldillo a la artista revelación. No sabemos si le dio tiempo a enterarse pero, desde luego, si fue así supo ocultar su impresión para demostrar por qué merece que se le tenga en cuenta.
Frente a un público que llenó el aforo, pese a las inclemencias meteorológicas, la joven quiso resumir todo lo que sabe y lo que ha aprendido de maestros como La Presy, Juana Amaya, Eva la Yerbabuena… y, sobre todo, de Rubén Olmo, que apostó por ella en ‘Metáfora’, del Ballet Flamenco de Andalucía.
Se puede decir, por tanto, que con ‘Desde el Albaycín’, el primer espectáculo en solitario de esta joven niña prodigio, ganadora del Deplante de La Unión en 2007 – con 17 años – y autodidacta, avaló todos los reconocimientos que atesora con un baile lleno de matices, medido y generoso.
Se presentó por malagueñas-abandolaos, vestida de rojo pasión, y mirando de frente al público. Hizo uso de su técnica y de su originalidad creando movimientos cargados de preciosismo. Gustaba hasta cuando estaba quieta y apenas movía el dedo meñique.
Bailó también por granaínas con sutileza y desgarro, meciendo un mantón de manila con el que se peleó y se reconcilió como si de un amante se tratase. En los tientos-tangos estuvo mucho más resuelta y se acordó de las viejas de su ciudad natal, impregnándose de genio y de soltura, haciendo volar sus piernas. Y acabó por bulerías con derroche de pies que en sus anteriores apariciones habían sido secundarios.
En definitiva, esta joven bailaora no defraudó en su baile ni en sus ganas. Supo dejar patente su potencial y supo distinguirse. Su presencia y sus figuras son imponentes. Es cierto que aún le falta medirse y que en el espectáculo primó la técnica sobre la emoción, pero no hay duda que Patricia Guerrero podrá ser grande.
