La vuelta de la bailaora Rafaela Carrasco al Gran Teatro, esta vez con su propia compañía en el marco del Festival de la Guitarra de Córdoba, deparó el pasado domingo una noche mágica que tuvo como protagonista el baile flamenco en clave femenina. Nacida Sombra es el nuevo montaje de la coreógrafa sevillana, que vuelve a emprender su camino en solitario tras un exitoso periplo de tres años liderando el Ballet Flamenco de Andalucía. Una propuesta con la que Rafaela Carrasco rescata las experiencias vitales de cuatro mujeres artistas del siglo de oro español -Teresa de Jesús, María de Zayas, María Calderón ‘La Calderona’ y Juana Inés de la Cruz- extrapolándolas a la actualidad como icono de la lucha de género en contra de los prejuicios y cánones sociales establecidos.
En su papel de directora y coreógrafa, Rafaela Carrasco acierta en este montaje sin aspavientos apostando por un espacio escénico libre de artificios donde el baile flamenco se erige como el único protagonista. Baile que en su caso encarna el papel de Teresa de Jesús, personaje que hilvana el desarrollo de una obra con dramaturgia de Álvaro Tato en la que la voz en off de la actriz Blanca Portillo nos narra en primera persona a través de cuatro cartas imaginarias las desventuras, emociones, pasiones, amarguras y conflictos personales de unas mujeres atenazadas por las convicciones sociales y religiosas de la época.
Florencia O’Ryan, Carmen Angulo y Paula Comitre completan el elenco de bailaoras que nos adentran en la piel de cuatro mujeres valientes que encuentran en el compás de la seguiriya, el taranto, las bulerías, los fandangos o los cantes de ida y vuelta la manera de aliviar las penas, avivar su esperanza y ahuyentar miedos. Así, los poemas bailados se van sucediendo a lo largo de una obra que tiene como lenguaje fundamental el flamenco y que nos dejó momentos especialmente emocionantes sobre las tablas como el baile por alegrías y soleá de Rafaela Carrasco, el preciosismo de un zapateao acompañado por el lamento de un violonchelo o retazos de danzas y músicas populares de la época en una nueva muestra del interés y afán de investigación que la coreógrafa sevillana evidencia por rescatar diferentes disciplinas dancísticas en sus creaciones.
Y es que Rafaela Carrasco vuelve a dejar patente con Nacida Sombra por qué es una de las grandes creadoras de la escena flamenca. Una distinción en la que no solo destaca el sello personal que imprime a todo lo que hace, sino también su calidad artística, la capacidad que tiene para transmitir emociones con su baile y el riguroso trabajo conceptual y de investigación que desarrolla para contar historias en cada uno de los proyectos que se embarca la maestra sevillana.