Tomatito, en concierto en el Gran Teatro de Córdoba. Foto: Festival de la Guitarra.
Tomatito, en concierto en el Gran Teatro de Córdoba. Foto: Festival de la Guitarra.

Las bulerías, si son con Tomate, mucho mejor

El ecuador del Festival de la Guitarra nos brindó la oportunidad de disfrutar una vez más de una de las grandes figuras de la guitarra flamenca de las últimas décadas. No cabe duda de que el regreso de José Fernández ‘Tomatito’ en formato quinteto al Gran Teatro era uno de los grandes atractivos del cartel flamenco del festival y el público cordobés respondió a la cita con más de tres cuartos de localidades vendidas. Por su parte, el artista almeriense tampoco defraudó y dedicó a sus fans cerca de una hora y media de concierto en la que lo dio todo, dejando una clara muestra de que sigue teniendo soniquete para rato. 

La sobriedad de la rondeña con la que quiso empezar el recital fue solamente un espejismo de lo que estaba por llegar. Y es que el resto del espectáculo fue una sucesión de temas cargados de compás, un repertorio a través del cual Tomatito recorrió algunos de sus éxitos más célebres que lo han encumbrado como una figura de la sonanta de concierto más allá de su histórica colaboración artística como acompañante de Camarón. 

Continuó su actuación con las alegrías ‘Luz de Guía’ y, ya a solas en el escenario con su hijo José del Tomate, versionó a dos guitarras la balada Two much love que dejó grabada para la posteridad junto al pianista dominicano Michel Camilo en ese tesoro musical titulado Spain. Una interpretación en la que, además, intercaló melodías de la rumba Entre dos aguas como parte de su particular homenaje a Paco de Lucía, “para mí, el mejor guitarrista de la historia”, confesó el almeriense. 

A partir de aquí las revoluciones fueron en aumento a compás de bulerías, tangos y rumbas. Primero con un toque por bulerías, donde regaló falsetas legendarias como las que compuso para acompañar a Camarón y que siguen siendo la base para muchos de los que se inician a día de hoy en la guitarra flamenca. Y luego interpretando La Leyenda del Tiempo, el tema central de aquel disco que fue maldecido por los puristas de lo jondo en su momento y que, más de cuarenta años después, se ha convertido en una grabación de culto.

Generoso y disfrutón sobre las tablas en todo momento, Tomatito quiso ceder el protagonismo al resto de la formación durante parte del espectáculo. En primer lugar dejando solo ante el peligro a su hijo José del Tomate, que reivindicó su solvencia como concertista interpretando la Zambra del Moro Tharsis compuesta por su tío el ‘Niño Miguel’. Y luego con unos tangos en los que los cantaores, Morenito de Íllora y Kiki Cortiñas, pudieron explayarse a gusto en su cante racial. 

El tema elegido para la traca final del concierto fue La Vacilona, otra composición histórica que Tomatito grabó primero junto a Michel Camilo en Spain y que, un año más tarde, incluyó en su disco Paseo de los Castaños con la colaboración del guitarrista de jazz George Benson. Y hubo tiempo para más. Como no podía ser de otra manera, la despedida definitiva del quinteto fue por bulerías. Esta vez, con letras de Camarón. Un final apoteósico que vino a confirmar lo que ya sabíamos: que las bulerías, si son con Tomate, saben mucho mejor.

8 de julio. Festival de la Guitarra de Córdoba. Tomatito Quinteto
Tomatito, guitarra
José del Tomate, segunda guitarra
Morenito de Íllora, cante
Kiki Cortiñas, cante
Jonatan Cortés, percusión

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