A sus veintiún años, Alba Luna se ha convertido en una de las bailaoras más reclamadas en los festivales flamencos, una joven promesa que recientemente ha visto avalado su buen hacer sobre las tablas con el primer primer premio -compartido con Clara Gutierrez- en la modalidad de baile del X Certamen de Jóvenes Flamencos de Córdoba. Discípula aventajada de la maestra Inmaculada Aguilar, Alba Luna continúa su periplo formativo cursando la especialidad de Pedagogía del Baile Flamenco en el Conservatorio Superior de Malága, una actividad que compagina con su ascendente carrera artística en el circuito flamenco.
– ¿Como te sientes tras tu triunfo en el pasado Certamen Jóvenes Flamencos?
– Me siento reconfortada y muy feliz, ya que este premio supone profesionalmente un reconocimiento a mi forma de entender el flamenco y un voto de confianza por parte de un jurado de la categoría que tuvimos. Y en el campo personal, a pesar de que a los concursos se le atribuyen siempre connotaciones negativas, creo que lo positivo ha superado con creces a lo negativo, ya que en todo momento me he sentido arropada por las personas que me quieren y me rodean. En el escenario, salí a disfrutar y a que todos los presentes lo hicieran con nosotros en la final del certamen. No nos quedamos con nada dentro, nos entregamos en cuerpo y alma, y eso se ha visto recompensado con el primer premio en la modalidad de baile.
– Este año has participado en festivales dentro y fuera de Córdoba, ¿cómo valoras la temporada?
– Estoy muy contenta porque que he tenido bastante trabajo. Es una suerte que confíen en ti, en lo que puedes dar como artista, y que te den la posibilidad de que te conozcan para poder coger tablas y aprender día a día de otros artistas de disciplinas distintas a la tuya. Me he enriquecido personalmente conociendo a artistas a los que admiro y con los no tengo posibilidad de coincidir a menudo. Creo que todo artista debe pasar por la etapa de festivales flamencos, ya que son una experiencia única y bastante importante para el futuro desarrollo como profesional del flamenco.
«Soy una bailaora clásica que se inspira en las nuevas tendencias»
– ¿Con qué baile te sientes más identificada?
– Los palos con los que me siento más identificada son los de carácter solemne y serio, como la soleá y la siguiriya, aunque me encanta también la petenera, la caña, la bambera… y muchísimos más que podría seguir nombrando. Y con ello no quiero decir que no me gusten los bailes de carácter más alegre, especialmente las alegrías, en las que últimamente
estoy trabajando y sintiéndome muy a gusto.
– Y sobre el escenario, ¿qué palo te hace sentir más cómoda?
– Es difícil de contestar, ya que todos los palos que pongo en escena me llenan plenamente. Dependiendo de lo que un palo exija, siempre doy todo de mi, tanto en aspecto dancístico como expresivo, pero pienso que hay que darle a cada uno lo suyo en su justa medida, ni más ni menos.
– ¿Puedes definirte como bailaora?
– Creo que no debería ser yo quien conteste esa pregunta, porque esa opinión le corresponde al público. Aunque viéndome desde fuera, me considero una bailaora clásica que se inspira en las nuevas tendencias, procurando ser una bailaora de mi época que respeta ante todo la tradición y trata de abrir nuevas puertas en un futuro próximo.
«Me encuentro en un momento en el que tengo que absorber como una esponja todo lo que me rodea»
– Has recibido clases de grandes maestros del baile, ¿quiénes te han marcado más?
– Sería imposible quedarme con uno, ya que todos son especiales. Cada uno de ellos me ha aportado muchas más cosas de las que esperaba. He tenido numerosos profesores de diferentes disciplinas a lo largo de toda mi carrera. Como son Rafael del Pino “Keko”, Maica Moyano, Maria Fernanda Álvarez o Inmaculada Calvo, durante mi etapa en el Conservatorio. Y también he recibido clases de artistas como Olga Pericet, Eva Yerbabuena, Antonio ‘El Pipa’, Pastora Galván, Rafaela Carrasco, Rocío Molina o Matilde Coral. Pero en primer lugar se encuentra mi maestra con mayúsculas, Inmaculada Aguilar, gracias a la cual soy quien soy, tanto profesionalmente como personalmente. A ella le debo todo y es uno de los pilares fundamentales en mi vida.
– ¿Cuáles son tus proyectos e inquietudes inmediatas?
– Ahora mismo mi objetivo principal es la formación. Me encuentro en un momento en el que tengo que formarme, absorber como una esponja todo lo que me rodea, nutrirme de muchos artistas, disciplinas… y encontrar mi identidad como artista para desarrollar mi personalidad y un sello propio. Creo que aún soy joven para pensar en abarcar grandes proyectos, por eso le doy gran importancia a una sólida y buena base formativa. Luego todo vendrá rodado.